FELIZ DIA DE LOS NIÑOS


EDITORIAL

Sigo luchando para que el mes de octubre siga siendo el mes del niño, pero que no sólo sea para regalarle dulces y hacerle fiestas, sino para que revisemos profundamente nuestra actitud social hacia ellos. Dios quiera que el mes de los niños sirva para que en cada hogar se reflexione acerca de su futuro y felicidad.

Aún muchos niños siguen siendo maltratados, abusados, abandonados, abortados, incluidos en los conflictos, dejados sin estudios, sin comer, sin vestir, sin techo, sin nombres, sin apellidos, sin protección social, sin padres y usados por los medios de comunicación y el mundo mercantil donde los utilizan como instrumentos de persuasión para vender sus productos al igual que lo hacen las grandes fundaciones que utilizando las calamidades de los niños piden recursos para sus potentes fundaciones; los usan los políticos bajo pretextos de campañas inofensivas de caminatas, concentraciones y otros donde los expones a al sol y la lluvia para que griten sus arengan o carguen sus pancartas a cambio de una gorra, camiseta o una bolsa de agua, ante la mirada cómplice de una sociedad adormecida por la rutina social cómoda en que vivimos. Aún se ven niños trabajadores, embarazadas, prostituidas, borrachos, fumadores, drogadictos, callejeros, mendigos, sin futuro.

Lo peor de todo es que ya no hacen falta leyes ni normas. Lo que pasa que los adultos seguimos apáticos ante esta situación y todo lo queremos solucionar con limosnas puntuales y pasajeras.

No existe ninguna excusa para no actuar ya.

Debemos aislar a los delincuentes sociales, que son aquellos padres y madres que engendran niños sin asumir ninguna responsabilidad y aquí están a nuestro lado frescos y borrachos, inclusive subsidiados por algún tipo de programa estatal. Mirenlos. Ahí están, tomando tinto, cerveza, charlando cómodamente, jugando billar, jugando cartas, en cualquier cafetería y bien vestidos, mientras que sus hijos no tiene un cuaderno, no pagan el restaurante escolar y por eso tienen que trabajar ellos mismo y abandonar el estudio, justificación esta que ya la sociedad acepta con total normalidad, pero quien reprocha a esos padres delincuentes sociales?

Feliz mes de los niños.